Gracias a este método sencillo, podrás limpiar la grasa incrustada casi sin esfuerzo. Además, todos los ingredientes de este limpiador casero los encontrarás en tu hogar”, menciona el sitio web napadovy.blog.
- Primero, retira el filtro sucio de la campana extractora y colócalo en el fregadero o en otro recipiente que quepa.
- Luego, toma bicarbonato de sodio y espolvorea toda la superficie.
- Hierve agua y añade dos cucharadas de ácido cítrico.
- Vierte la solución caliente sobre el filtro.
- Déjalo en remojo en la solución durante 10 minutos. Después, toma un cepillo de dientes viejo y elimina los residuos de suciedad.
Si dejas el filtro en la solución durante la noche, no necesitarás usar el cepillo. Simplemente enjuágalo y sécalo por la mañana. ¡Listo!