¡Ahora ya no tirarán hilos por todas partes! Solo necesitarás tus manos y una botella de plástico común.
Con un cuchillo caliente o unas tijeras, corta longitudinalmente una botella de plástico cuadrada. Deja el fondo intacto.
Paralelamente, haz agujeros en ambos lados de ambas mitades con un soldador o un clavo caliente.
Inserta pajillas en los agujeros de cada mitad y pásalas a través del centro de los hilos.
Recorta la longitud sobrante de las pajillas.
Ahora haz agujeros debajo de cada carrete y pasa los hilos por ellos.
Une ambas mitades de la botella con el tapón. ¡Una solución simple y práctica está lista!”