Un método para no usar la plancha consiste en utilizar cubitos de hielo en la secadora. Cómo puede funcionar este truco?
Puede parecer absurdo, y sin embargo el método de los cubitos de hielo en la secadora tiene su lógica más que válida. Pero la pregunta es: ¿cómo pueden unos simples cubitos de hielo ayudar al proceso de secado y evitar planchar la ropa? Y, sobre todo, ¿es realmente la secadora un electrodoméstico útil en los tiempos que corren?
¿Vale realmente la pena comprar una secadora?
Pensando en las recientes subidas del precio de la energía, seguramente la perspectiva de otro electrodoméstico que consuma energía no sea nada atractiva. Sin embargo, los costes no son tan elevados como uno podría pensar. Por supuesto, todo depende del tipo de secadora que compre, de su clase energética y, por último, pero no menos importante, del tipo de contrato que tenga con su proveedor de electricidad. Pero, sobre todo, si piensa en la frecuencia con la que resulta problemático tender en casa, quizá porque llueve, hace mal tiempo o no recibe la cantidad adecuada de horas de sol, o en lo engorroso que puede resultar tender las sábanas, comprar una secadora y utilizarla con moderación podría ser una buena inversión.
El consumo medio de una secadora
Hasta hace unos años se utilizaba principalmente en América, en los últimos años ha empezado a extenderse también en nuestro país. Sin duda, una secadora garantiza una colada suave, perfumada y seca en poco tiempo. Se puede utilizar a un coste muy bajo, lo importante es saber qué hacer. En primer lugar, hay que distinguir entrelos tipos de secadoras existentes. Existen las secadoras ventiladas, las secadoras con bomba de calor y las secadoras de condensación. Las secadoras ventiladas toman el aire directamente del exterior, lo calientan y lo introducen en el tambor, ‘calentando’ y secando así la ropa. Es el tipo más común y el más económico a la hora de comprar, pero desgraciadamente no consume mucha energía. Las secadoras con bomba de calor funcionan de la misma manera que los aparatos de aire acondicionado. Suelen tener una clase energética A+ o superior y sin duda tienen un menor impacto en la factura energética. Por último Las secadoras de condensación funcionan enfriando el aire saliente que contiene la humedad de la colada. Mediante un condensador, el vapor producido se deposita en forma de agua en un recipiente especial, que luego hay que vaciar.
Según el tipo que elijas, es fundamental tener en cuenta la etiqueta energética que muestra su eficiencia, para conocer de antemano el impacto en la factura de la luz