1 CUCHARADA en la maceta y mi Aloe vera ha crecido nuevas hojas: ¡Ahora puedo vender plantas MEDICINALES también!

El aloe vera es una planta muy útil que no debería faltar en ningún hogar.

Gracias a ella, siempre tendrás a mano un excelente remedio natural para cualquier problema de piel.

Si ya la tienes en casa y quieres que prospere, ¡tenemos un excelente consejo de YouTube para proporcionarle la mejor nutrición con simples cáscaras de huevo!

El aloe vera es una planta bastante resistente que no solo es decorativa, sino que su gel tiene muchos beneficios para la salud y favorece la piel.

Es posible que tu aloe vera esté prosperando, pero no tenga nuevos brotes.

Si quieres que crezca exuberantemente, fertilízala con este abono natural.

Riego El aloe vera crece en condiciones secas y a menudo extremas, por lo que regar en exceso puede dañarlo.

Es importante plantarlo siempre en macetas con agujeros en el fondo para drenar el agua y evitar que se encharque.

No riegues la planta antes de que la tierra esté seca.

Revísala regularmente con los dedos y riégala solo cuando toda la humedad anterior se haya secado, de lo contrario, existe el riesgo de que las raíces comiencen a pudrirse.

Proceso para hacer abono Primero, guarda las cáscaras de huevo de varios huevos.

Puedes ponerlas en un frasco de conserva, por ejemplo.

Siempre lava bien las cáscaras para evitar malos olores.

Luego, sécalas completamente con toallas de papel y, cuando estén limpias y secas, colócalas en el frasco.

Una vez que hayas acumulado suficientes cáscaras de huevo, extiéndelas en una bandeja cubierta con papel de hornear.

Colócalas en el horno precalentado y déjalas secar a 200 °C durante aproximadamente 10 minutos.

Déjalas enfriar por completo, pásalas por la batidora hasta obtener un polvo.

Mezcla este polvo de cáscaras de huevo con un sustrato adecuado y prepara las macetas para los nuevos brotes.

La planta que ha desarrollado nuevos brotes independientes está lista para ser propagada.

Con cuidado, retira los brotes sin dañar las raíces.

Consejo:

Una mezcla adecuada para el aloe vera es una combinación de 1/3 de tierra universal, 1/3 de sustrato para cactus y 1/3 de perlita.

Añade las cáscaras de huevo y mezcla bien.

Añade una cucharada sopera a cada maceta pequeña.

Hecho.

Los brotes crecerán más rápido, serán fuertes y tendrán hojas saludables.

Ahora solo necesitas plantar cada brote con sus raíces en una maceta individual.

Después de plantar, no riegues la planta.

El agua en las hojas debería durar aproximadamente de 2 a 3 días, así que riega después de unos días, de lo contrario, las raíces dañadas durante el trasplante podrían pudrirse.

Una gran razón para tener siempre al menos una hoja de aloe en el congelador Cuando congelas aloe, obtienes una ayuda de salud perfecta.

Algunas de las posibilidades que puedes utilizar son:

Ayuda instantánea para quemaduras, incluso las más graves o las causadas por el sol, simplemente frota el área dolorida con un cubo de aloe.

Este truco también funciona perfectamente para los hematomas.

Para callos y ampollas.

Frota brevemente un cubo de aloe sobre la piel de tu rostro: es un tratamiento increíble para la piel cansada, aclara, elimina las ojeras y trata el acné.

Para picaduras de mosquitos e insectos, la ayuda está asegurada al instante.

Para herpes labiales.

Es un excelente ingrediente para cócteles y bebidas saludables: en lugar de cubitos de hielo, simplemente usa cubos de aloe vera.

Los cubitos de aloe vera son una gran ayuda para el estreñimiento: agrégalos a tu bebida.

Una bomba para perder peso: aloe vera y jugo de limón, una combinación genial para eliminar las acumulaciones de grasa y estimular el metabolismo.

Para las várices: un breve masaje con cubitos de hielo también es beneficioso para este problema.

Proceso:

Toma una hoja carnosa de aloe y un cuchillo, retira toda la parte superior de la hoja.

Con una cuchara, extrae lentamente el gel y colócalo suavemente en moldes para hielo.

Luego, ponlo en el congelador durante al menos 12 horas.

Unos últimos consejos para el cultivo:

Si las hojas están amarillas, la planta tiene demasiada agua y debes reducir el riego.

Si las hojas están enrolladas, necesita más agua.

Si las hojas comienzan a caer, necesita más luz solar.

Si las hojas están marrones por quemaduras, dale más sombra.

¡Les deseamos mucha suerte!