¿Sabes cuál es la mejor temperatura para dormir? ¡Este número aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas!

Las personas que viven con enfermedades crónicas y un sistema inmunológico más débil deben prestar especial atención a la temperatura en sus hogares.

Establecer la temperatura ideal para tu hogar es clave para tu salud.

Este año, el tema del aumento de los precios de la energía ha estado en primer plano con frecuencia, y las familias intentan ahorrar reduciendo la calefacción de sus viviendas varios grados menos que antes.

El portal Femina reveló la temperatura que deberíamos tener en casa para no perjudicar nuestra salud.

No está de más saber que tanto el calor como el frío pueden afectar seriamente al cuerpo.

Esto es especialmente cierto para las personas con un sistema inmunológico más débil y enfermedades crónicas.

Para determinar la temperatura doméstica más saludable, se han realizado varios estudios y, aunque los resultados son diversos, se puede aprender de ellos.

Temperatura interior saludable Varía de persona a persona, según la temperatura en la que se sienta cómodo.

Aunque hay quienes aman el calor más que cualquier otra cosa, también hay quienes preferirían evitar los periodos más calurosos si pudieran.

En cada hogar, las preferencias y la temperatura en la que te sientes cómodo pueden estar influenciadas por la edad, estado de salud y nivel de actividad.

Por definición, una persona mayor con un estilo de vida sedentario prefiere una temperatura más alta que un joven que es activo en su hogar durante varias horas.

Por lo general, cuando las personas están en casa, ajustan el termostato a 20-22 °C.

Según la investigación, la temperatura más adecuada para el sueño nocturno es un poco más baja, alrededor de 18-19 grados Celsius.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la temperatura ambiente saludable depende de las personas que viven o trabajan en el edificio.

Para un adulto sano debidamente abrigado, una temperatura de alrededor de 18 grados puede ser cómoda, pero si hay niños pequeños o adultos mayores en la casa, no se recomienda bajar de 20 grados.

Algunos estudios muestran que temperaturas por debajo de 18 °C pueden afectar al cuerpo, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

Aunque la mayoría de las investigaciones están relacionadas con las temperaturas exteriores, también hay datos sobre temperaturas internas bajas.

En invierno, aumenta la mortalidad por enfermedades cardiovasculares debido al clima frío, en parte debido a que el frío tiene un efecto vasoconstrictor, lo que eleva la presión arterial.

Este efecto vasoconstrictor carga el sistema circulatorio, lo que aumenta la probabilidad de enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular.

El aire frío en interiores puede empeorar los síntomas del asma y la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), y los pacientes pueden tener dificultades para respirar.

La OMS enfatiza en su recomendación que no hay datos precisos sobre la temperatura que podría causar efectos adversos en la salud, pero al mismo tiempo, lo más seguro y generalmente aceptado parece ser al menos 18 grados Celsius.

Se necesita una temperatura más alta que esta para grupos más sensibles, como personas mayores, niños, pacientes crónicos, especialmente aquellos con problemas cardíacos y del sistema respiratorio.