Cada mujer en casa probablemente conoce el problema de que las cosas se vuelven grises después de varias lavadas. Este problema no me es ajeno.
En un momento, me cansé de luchar contra el desteñido de la ropa blanca después de lavarla con frecuencia. Mi abuela me enseñó cómo devolverle su blancura original sin químicos ni hervirla.
Quiero compartir con ustedes un método simple que mi abuela me enseñó. Y como sabemos, su generación desconfía mucho de los detergentes modernos.
COMPARTIRÉ CON USTEDES UN TRUCO PARA DEVOLVERLE SU BLANCURA ORIGINAL A LAS TELAS GRISÁCEAS SIN USAR QUÍMICOS NI HERVIRLAS:
Antes de recurrir al blanqueo directo, deberías lavarla en la lavadora en un ciclo normal o a mano para eliminar la suciedad habitual.
Luego, tomamos una olla, la llenamos de agua y la llevamos a ebullición. No te daré una cantidad exacta porque dependerá de la cantidad de ropa blanca.
Para una toalla pequeña, un litro de líquido es suficiente, pero para un juego de sábanas necesitarás una olla de 10 litros.
Y luego entra en juego el ingrediente secreto: polvo de mostaza. Puedes comprarlo en casi cualquier tienda de comestibles. O puedes comprar semillas de mostaza y molerlas.
Por cada litro de agua hirviendo, se añaden 2 cucharadas de mostaza. Si la funda es de telas más delicadas o solo necesitas refrescar un mantel que ha estado guardado mucho tiempo, recomiendo agregar solo 1 cucharada.
En este caso, dejamos nuestras cosas reposar durante varias horas. Para obtener el máximo efecto, puedes dejarlas en la olla durante la noche. Sin embargo, es preferible que el tiempo de inmersión en la mostaza no exceda las 12 horas.
Si la ropa de cama tiene accesorios metálicos, como cremalleras, es mejor no sumergirla en el agua, sino dejarla afuera.
El metal de dicho blanqueo puede cambiar de color y tintar ligeramente la tela adyacente.
Por cierto, recientemente decidí experimentar y remojar toallas de colores en mostaza. Las manchas se pudieron quitar muy bien y el color no cambió ni se desvaneció.