Forma efectiva y rápida de limpiar una plancha. La plancha parecía nueva y tiene 5 años.

Nada dura para siempre, incluida la durabilidad de los electrodomésticos. Sin embargo, si los cuidas regularmente, puedes prolongar significativamente su vida útil y al mismo tiempo ahorrar en la compra de nuevos. Por ejemplo, cualquier plancha tarde o temprano comienza a obstruirse con cal, hollín y óxido.

Incluso si tu plancha dejó de vaporizar correctamente y en su lugar comenzó a “escupir” grumos y manchas, no significa que deba ir a la basura. Aquí también hay una posibilidad de limpiarla por dentro y que funcione como nueva. No necesitas comprar ningún producto de limpieza especial para hacerlo.

Necesitarás:

  • Ácido cítrico
  • Agua caliente
  • Un cepillo de dientes que ya no uses

Primero, debes preparar el limpiador. Toma ácido cítrico y mézclalo con agua caliente. Déjalo actuar por un tiempo y luego revuélvelo bien para que se disuelva por completo. ¡Listo! No hay cantidades estrictas aquí, puedes usar una proporción de aproximadamente 2 cucharadas de ácido cítrico por 500 ml de agua.

Enciende la plancha y déjala calentar lo máximo posible. Cuando el indicador de calentamiento se apague, desconecta la plancha y llénala con agua con ácido cítrico. Normalmente, la plancha puede contener alrededor de 300 ml. Vuelve a encender la plancha, déjala calentar al máximo y espera unos minutos.

Coge un recipiente con agua y comienza a sostener la plancha sobre él. Presiona el botón para liberar vapor y también el botón para rociar agua. Ahora comenzará a salir de la plancha una sustancia no muy agradable de óxido y cal…

Repite este procedimiento varias veces y limpia regularmente la superficie de planchado bajo agua corriente con el cepillo de dientes. Con cada limpieza, la suciedad se reducirá. Deberían ser suficientes 2 “porciones” del limpiador.

Luego, debes vaporizar la plancha con agua normal. Toma agua filtrada y llénala en la plancha al máximo. Repite este proceso de vaporización hasta que el agua salga clara.

Hay otra forma de limpiar rápidamente la plancha. Retira la tapa del depósito de agua, simplemente presiónala y luego gírala. Por supuesto, la forma de abrirlo depende del modelo. Enjuágalo y límpialo.

Luego, calienta la plancha, llénala con agua caliente, agítala activamente y vierte el agua. Te sorprenderá la cantidad de suciedad que todavía queda en ella. Repite este proceso varias veces.

Lo mejor es combinar estos métodos, ya que uno solo puede no ser suficiente. El vapor con ácido cítrico limpiará bien las boquillas de la plancha y enjuagará el depósito de agua.