Durante el transcurso del día, nos encontramos encendiendo y apagando las luces de nuestros hogares varias veces sin darnos cuenta de que nuestras manos no están completamente limpias y, como consecuencia, estamos creando un problema en este dispositivo.
Con el tiempo, los interruptores acumulan gérmenes, bacterias y manchas de grasa, así como restos de huellas dactilares y otros residuos.
Interruptores de Luz: Cómo Mantenerlos Limpios
Para evitar la proliferación de bacterias y garantizar que nuestros interruptores funcionen perfectamente, sin acumular polvo u otros elementos que puedan dañarlos, existen métodos infalibles.
El primero de ellos es limpiar los interruptores con la ayuda de una patata. Puede parecer extraño, pero este tubérculo es muy efectivo para dejar los interruptores limpios y relucientes como nuevos.
Esto se debe a la presencia de almidón de patata, que tiende a eliminar los rastros de grasa que pueden haberse transferido por manos aceitosas o la presencia de residuos de aperitivos.
Para utilizarlo, simplemente corta una patata por la mitad y frótala directamente sobre los interruptores. Para las partes más difíciles, utiliza un poco de algodón impregnado en jugo de patata y pásalo sobre el interruptor.
Otro método es utilizar leche limpiadora o bicarbonato de sodio mezclado con agua para formar una pasta que se aplica sobre los interruptores para dejarlos blancos y relucientes.
Del mismo modo, el vinagre blanco puede ser un excelente aliado para eliminar la suciedad y la grasa de nuestros interruptores, así como para eliminar las bacterias y los gérmenes que puedan estar presentes.
Otros Métodos
En alternativa, se puede utilizar alcohol, que tendrá la misma acción que los ingredientes anteriores, pero hay que tener cuidado de no exagerar para evitar problemas eléctricos.
También el detergente, ya sea comprado en una tienda de productos de limpieza del hogar o hecho de forma casera, tiende a eliminar la suciedad de los interruptores de luz de nuestro hogar.
Generalmente, se recomienda quitar la parte plástica de los interruptores y sumergirlos en una bañera con tres litros de agua a los que se añaden tres cucharadas de detergente, en polvo o líquido, y dejarlos en remojo durante 24 horas.
Después, enjuágalos y déjalos secar para luego colocarlos en la pared. Este método es recomendado si hay residuos de pintura después de pintar las paredes y, por lo tanto, se ensucian los interruptores.
También puedes crear un limpiador con acción desinfectante y rociarlo sobre tus interruptores, mezclando en un recipiente 250 ml de vinagre con la misma cantidad de alcohol al 70° y la misma cantidad de agua oxigenada.
A estos ingredientes, añade 6 gotas de aceite esencial de tu elección, aunque se recomienda el aceite de árbol de té por sus propiedades antimicrobianas y antibacterianas.
Además, esta sustancia tiene una gran acción contra los hongos. También se recomiendan los aceites esenciales de limón y lavanda, ambos eficaces para eliminar la suciedad y combatir las bacterias.
Este procedimiento, de la manera que prefieras, generalmente se debe realizar al menos una vez a la semana para eliminar toda la suciedad y los gérmenes que puedan acumularse en nuestros interruptores.