Los restos de detergente y suavizante, las acumulaciones grasosas e incluso el moho que se acumulan en el tambor de la lavadora o en las tuberías, contaminan el agua de lavado, por lo que al final del ciclo, la ropa podría oler mal en lugar de estar fresca.
También debes prestar atención a los sonidos: un zumbido o chirrido inusual puede indicar un bloqueo causado por algún tipo de acumulación.
Si notas alguno de estos síntomas, no esperes, limpia la lavadora de inmediato. Si no abordas el problema a tiempo, podrías terminar con daños irreparables en tu ropa favorita.
¡Prueba esto!
Existen productos de limpieza especiales para lavadoras, pero también puedes limpiar el interior de la máquina con algunos productos más económicos.
Las acumulaciones de sarro, como el moho, se pueden eliminar fácilmente vertiendo un litro de vinagre al 20% en el tambor de la lavadora y luego ejecutando un ciclo de agua caliente vacío.
Si normalmente no tienes problemas de dureza del agua y sospechas que el problema se debe a residuos de detergente, lo que puede indicar chirridos o si ves que salen trozos viscosos y pegajosos en el agua, entonces es mejor usar un producto específico, como Savo.
Si lavas ocasionalmente ropa grasosa, como ropa de trabajo, deberías usar el producto para limpiar la lavadora al menos una vez cada seis meses, ya que puede manejar incluso las acumulaciones grasosas. Simplemente ním llenar el dispensador de detergente al máximo y luego ejecutar un programa de 95 grados.
Después de la limpieza, ejecuta un ciclo vacío para eliminar completamente las impurezas liberadas.
Si aún sientes ruidos extraños o si el agua gotea de la lavadora, abre el compartimento en la parte inferior: detrás de él encontrarás el filtro de la lavadora, donde podrían haber pañuelos de papel, monedas, botones…
Limpia el filtro con un poco de agua con cloro o vinagre y luego vuelve a colocarlo en su lugar.
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