La planta que estás describiendo, comúnmente conocida como “arzobispo” o por sus diversos nombres como orégano cubano, eucalipto mexicano o menta árabe, es sin duda una adición versátil y beneficiosa para cualquier espacio interior. Aquí tienes un resumen de sus características y usos:
Características:
Planta verde discreta con hojas carnosas, de color verde claro, ligeramente peludas.
Prospera en lugares soleados con suelo fértil y se puede podar según se desee.
Ideal para la jardinería en macetas y requiere invernación en interiores a alrededor de 20ºC.
Libera un aroma distintivo que recuerda al orégano y al tomillo cuando se frotan las hojas.
Repelente natural:
Esta planta, similar a la menta, repele mosquitos, polillas e insectos.
Hacer té con sus hojas proporciona alivio para resfriados, tos, dolor de garganta y dolores de cabeza.
Su consumo puede ayudar con la hipertensión, el asma, problemas digestivos, lesiones cutáneas, infecciones cutáneas, quemaduras leves, reumatismo, cicatrices, hematomas, reducción de la presión arterial y el colesterol, y aliviar los síntomas del reumatismo.
Frotar la zona afectada con sus hojas ayuda a tratar lesiones cutáneas leves, infecciones cutáneas y quemaduras leves.
Receta de jarabe de saúco:
Ingredientes:
Envase de vidrio hermético
Al menos 50 hojas de saúco (cuantas más, mejor)
Azúcar granulada (aproximadamente de 759 g a 1 kg, dependiendo del tamaño del vaso y la cantidad de hojas)
Limón, lima o naranja (al gusto)
Jugo de limón
Preparación:
Enjuaga ligeramente las hojas de saúco con agua fría y córtalas por la mitad para liberar la mayor cantidad de jugo posible.
Lava bien el limón, lima o naranja y córtalos en rodajas.
Alterna capas de hojas, azúcar, jugo de limón y rodajas de cítricos en el envase de vidrio hasta que esté completamente lleno.
Cierra el envase y colócalo en un alféizar de la ventana.
Después de dos semanas, verifica si el azúcar se ha disuelto. Si no es así, revuelve suavemente el jarabe. Verifica regularmente para evitar la formación de moho.
Una vez que el contenido se haya licuado completamente, cuela el jarabe a través de un colador y exprime bien la fruta y las hojas.
Almacena el jarabe en el refrigerador.