Si lava las toallas a 40 grados, está cometiendo un error

¿Estás lavando las toallas a 40 grados? Si lo estás haciendo, debes saber que estás cometiendo un error. Aquí te explicamos por qué debes evitarlo.

Si tienes la costumbre de lavar las toallas a 40 grados, debes saber que estás cometiendo un gran error. Seguramente no sabes cuál es este error, por eso es importante conocer las razones por las que nunca debes hacerlo.

Las toallas son elementos indispensables en el baño y, por lo tanto, deben ser tratadas con cuidado para mantenerlas suaves y esponjosas, y también para que duren mucho tiempo. Si las toallas están ásperas, la piel no se siente acariciada como sucede con las toallas suaves. Así que descubramos por qué es un error lavar las toallas a 40 grados.

El motivo por el que nunca deberías lavar las toallas a 40 grados es simple. Las toallas lavadas a esta temperatura con el tiempo pierden su suavidad y se vuelven ásperas. Envolver el cuerpo en una toalla áspera ciertamente no es agradable para nadie, por eso es recomendable evitar esta temperatura.

Relajarse después de un baño o una ducha también depende de la calidad de la toalla que usemos para secarnos. Si es suave, es agradable envolverlo al cuerpo, así como es agradable secarse las manos y la cara, pero si es áspero, el efecto es totalmente diferente.

Lo que hace que las toallas se vuelvan ásperas es principalmente el lavado incorrecto, y el de 40 grados o incluso 60 lo es sin duda, especialmente para ciertos tejidos. Si los tejidos no son adecuados para estos lavados, se estropean con el tiempo y además resultan molestos para la piel.

Ahora que se ha revelado el motivo por el que nunca deberías lavar las toallas a 40 grados en la lavadora, también hay otros cuidados que debes seguir para tener toallas suaves, esponjosas y agradablemente perfumadas.

Un aspecto a tener en cuenta antes de lavar las toallas es cuándo cambiarlas. De hecho, los lavados excesivos deben evitarse para mantenerlas inalteradas por mucho tiempo. ¿Cuánto tiempo debe pasar antes de cambiar las toallas?

Es una buena práctica cambiar las toallas de manos una vez a la semana, para garantizar la máxima higiene. En cambio, las toallas que se usan para secar el cuerpo deben ser reemplazadas cada dos o tres días. En este caso, se trata de batas de baño y toallas, que se usan después de la ducha.

El cambio realizado siguiendo estas reglas evita que las toallas acumulen bacterias y gérmenes. Además, cambiarlas con esta frecuencia evita el uso de altas temperaturas en los lavados que desgastan los tejidos a largo plazo.

Es importante tener en cuenta la temperatura al lavar las toallas para mantenerlas suaves y esponjosas. Si erramos en la temperatura, corremos el riesgo de sacar de la lavadora toallas ásperas y no aptas para secar la piel sin dañarla.

Por lo general, la temperatura recomendada para eliminar gérmenes y bacterias de las toallas es de 40 grados, sin embargo, no se puede utilizar para cualquier tejido. De hecho, solo podemos lavar toallas de algodón y blancas a temperaturas de 40 o 60 grados porque este tejido y color también soporta altas temperaturas.

En cambio, el asunto cambia para las toallas hechas con otros materiales y colores.

Por ejemplo, las toallas de microfibra deben lavarse a una temperatura no superior a 30 grados para mantenerlas suaves y esponjosas y evitar que se decoloren.

También la centrifugadora debe ser elegida según el tejido de las toallas para mantenerlas suaves y hacer que duren mucho tiempo. De hecho, según el tejido, una centrifugadora demasiado fuerte puede dañarlo.

De la misma manera, los detergentes también juegan un papel importante y deben adaptarse al tejido a lavar. Siguiendo todos estos cuidados, ¡tus toallas siempre estarán perfectas y súper suaves!

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