Mermelada de cáscaras de sandía: sabrosa, nutritiva y fácil de preparar

La sandía es una de las principales frutas del verano: popular porque es refrescante y sabrosa, también es rica en nutrientes y beneficios para la salud. Sin embargo, una de las partes más interesantes de la sandía se desecha: la piel. En este artículo te explicamos cómo preparar una sabrosa mermelada de piel de sandía.

Para preparar esta mermelada necesitas: 1 kilo de cáscaras de sandía (solo la parte blanca), 500 gramos de azúcar glas, 2 naranjas (o 1 limón) y un poco de esencia de vainilla. Intenta utilizar una sandía ecológica si es posible.

Para elegir la cáscara de sandía correcta para hacer la mermelada, tienes que seguir el razonamiento contrario al que sueles hacer: tienes que elegir la que tenga la parte blanca más gruesa. Mientras comes la pulpa de la fruta, reserva las cáscaras hasta que tengas 3 kilos.

Retire la parte exterior (verde) y deséchela; a continuación, corte la cáscara en trozos de unos 2 cm de alto y 2 mm de grosor. Utilizar un pelapatatas puede ser de gran ayuda.

Poner la cáscara en una olla suficientemente grande, junto con el azúcar. Macerar durante 30 minutos junto con el zumo de las naranjas o el limón, que se añaden para equilibrar el sabor dulce. Por último, añadir la vainilla.

Llevar todo a ebullición, removiendo bien cada 10 minutos. Dejar cocer a fuego lento durante al menos 1 hora. Para comprobar el estado de la preparación, basta con poner una cucharadita de la mezcla en un platito: si se enfría y no gotea al cabo de 2 minutos es que está lista; de lo contrario, continúe la cocción unos minutos más.

Una vez listo, apagar el fuego y batir rápidamente con una batidora de inmersión.

Guardar en tarros de cristal previamente esterilizados. Cerrar herméticamente e invertir los tarros para hacer el vacío y dejar enfriar bien. Se recomienda disfrutar de la mermelada de piel de sandía entre una y dos semanas después de su preparación.