El ajo, con su amplia gama de usos culinarios y propiedades medicinales, es un ingrediente imprescindible en muchas cocinas. Sin embargo, el almacenamiento adecuado es crucial para mantener su frescura y sabor durante más tiempo. Aquí te presentamos algunos trucos tradicionales, combinados con métodos modernos, para conservar el ajo en perfectas condiciones.

1. Almacenamiento en Bolsa Oscura con Manzana:
- Coloca los bulbos de ajo en una bolsa oscura.
- Agrega una manzana en el centro de la bolsa para evitar que el ajo brote o se seque.
- Elimina el exceso de aire de la bolsa antes de sellarla y guárdala en un lugar fresco y seco.
2. Conservación en Arroz:
- Llena un recipiente con arroz y entierra los bulbos de ajo en él.
- El arroz absorberá la humedad, manteniendo el ajo seco y fresco.
- Esta técnica también actúa como repelente de plagas gracias al olor del ajo.
3. Método de Sal y Bicarbonato de Sodio:
- Esparce sal y bicarbonato de sodio sobre toallas de papel.
- Coloca los bulbos de ajo entre las toallas.
- Repite este proceso en capas alternas hasta llenar una caja de cartón.
- El ambiente seco creado por la sal y el bicarbonato de sodio evita que el ajo germine y se estropee.

4. Almacenamiento con Tabaco:
- Coloca los bulbos de ajo en una bolsa de plástico junto con tabaco de dos cigarrillos.
- El tabaco actúa como desecante, absorbiendo la humedad y prolongando la frescura del ajo.
Estos métodos mantienen el ajo fresco y delicioso durante más tiempo, asegurando que esté listo para realzar tus platos favoritos en cualquier momento. ¡No esperes más para aplicar estos trucos y disfrutar de todo el sabor del ajo en tu cocina!