Combatir las cucarachas y las chinches en casa puede ser un verdadero problema en cualquier época del año. A pesar de que se intenten diversos remedios, parecen siempre persistir. Desaparecen por períodos cortos y luego regresan, más fuertes que antes.
Es curioso cómo el ser humano ha logrado llegar a la luna, realizar trasplantes de corazón e incluso construir bombas atómicas, pero aún no ha encontrado una solución definitiva para eliminar las cucarachas y las chinches, que tantos temen.
Las empresas de desinfección tienen trabajo todo el año, y cada semana parece surgir una nueva. Muchos recurren a estas empresas, pero todos siguen quejándose de no haber encontrado una solución definitiva.
Aunque los remedios de la abuela pueden funcionar, si se prefieren soluciones efectivas, hay que mirar hacia el futuro. Existen métodos efectivos que realmente funcionan y duran en el tiempo. Aunque requieren un gasto ligeramente superior a los métodos naturales, permiten alejar a las cucarachas y chinches de una vez por todas, o casi.
Repelentes ultrasónicos
Estos dispositivos emiten sonidos ultrasónicos que los humanos no pueden escuchar, pero que los insectos y roedores sí pueden. Los incomodan y los alejan lo más posible. El resultado es evidente: los vemos huir rápidamente.
Hay dispositivos muy económicos que, por lo general, no tienen éxito, y otros que cuestan un poco más pero que ofrecen excelentes resultados y satisfacciones desde el principio.
Remedios naturales
Para aquellos que prefieren los remedios naturales, pueden probar una mezcla de bicarbonato y azúcar, formando pequeñas bolas y esparciéndolas en las áreas afectadas, como el baño o la cocina. Las cucarachas salen de las tuberías y se alimentan de esta mezcla, pero mueren debido a la reacción del bicarbonato con los ácidos de sus estómagos.
Otra opción es utilizar jabón de baño diluido en agua, rociándolo directamente sobre las cucarachas, que mueren inmediatamente porque no pueden respirar.
También se puede utilizar amoníaco, que tiene un olor penetrante similar al de las hojas de laurel. Basta con rociarlo en las áreas afectadas cada dos semanas para que las cucarachas y chinches se mantengan alejadas.
Además, hay un remedio casero que muchos consideran efectivo: mezclar una cucharada de pimienta de Cayena, una rodaja de cebolla y un diente de ajo en un litro de agua, dejar reposar y luego añadir una cucharada de jabón líquido. Esta mezcla espantará a los insectos rápidamente.
Por último, una trampa de agua puede ser efectiva. Simplemente llena un frasco hasta la mitad y colócalo cerca de las paredes de la casa. Las cucarachas suelen buscar agua y terminan atrapadas en el frasco, ya que les resulta difícil salir.