Ingredientes:
- 30 g de gelatina en polvo
- 120 ml (1/2 taza) de agua fría
- 250 g (1 1/4 tazas) de azúcar
- 100 ml (2/5 de taza) de agua
- 20 ml de zumo de limón
- Azúcar glas (para espolvorear sobre los pasteles)
- Almidón de maíz (para recubrir pasteles)
- Aceite vegetal (para engrasar el molde)
Instrucciones :
- Prepare una bandeja de horno rectangular poco profunda engrasándola ligeramente con aceite vegetal. Así será más fácil sacarlo de la bandeja de horno.
- En un bol pequeño, mezclar la gelatina en polvo con 120 ml de agua fría. Dejar reposar para que la gelatina absorba el agua.
- En un cazo, mezclar el azúcar y 100 ml de agua. Calentar a fuego medio hasta que el azúcar se haya disuelto por completo. Puede remover ligeramente para acelerar el proceso.
- Añadir la mezcla de gelatina al cazo con el azúcar derretido. Remover bien para que la gelatina se incorpore por completo.
- Calentar la mezcla a fuego medio hasta que alcance una temperatura de unos 115°C con un termómetro para caramelos. Si no dispone de un termómetro para caramelos, caliente la mezcla hasta que empiece a hervir y, a continuación, déjela hervir durante 5 minutos.
- Retirar la sartén del fuego y añadir el zumo de limón. Remover bien.
- Verter la mezcla caliente en el molde preparado.
- Dejar reposar la gelatina durante al menos 2 horas a temperatura ambiente para que se solidifique por completo.
- Una vez cuajada la gelatina, espolvorear una superficie de trabajo limpia con una mezcla de azúcar glas y harina de maíz.
- Extienda la gelatina sobre la superficie espolvoreada y córtela en trocitos o en las formas que desee con unas tijeras o un cortapastas.
- Cubrir cada caramelo con azúcar glas y harina de maíz para evitar que se peguen.
- ¡Tus gelatinas están listas! Guárdalas en un recipiente hermético para mantenerlas frescas.
Tenga en cuenta que se trata de una receta básica, que puede personalizarse añadiendo aromas, colorantes alimentarios u otros ingredientes para obtener caramelos de gelatina de diferentes sabores y colores.