La plancha es una aliada para todas las amas de casa del mundo, no se puede prescindir de ella ni siquiera cuando hace calor. Antes de salir, la ropa debe estar planchada.
Uso tras uso, sin embargo, la plancha se ensucia, por lo que tarde o temprano, aunque no tengas ganas de hacerlo, debes ocuparte de su limpieza y del cuidado que permite prolongar su vida útil.
Así como todos los demás electrodomésticos, también la plancha necesita mantenimiento periódico y conviene hacerlo también para evitar manchar, a veces irreversiblemente, la ropa recién lavada y seca.
Plancha, ¿por qué es importante dedicarse a su limpieza?
La plancha se ensucia obviamente en la placa, es ahí donde aparecen pequeñas manchas de suciedad que provienen de la ropa. Otras veces se trata de simples manchas de cal, que de todas formas deben evitarse. La limpieza es necesaria no solo para evitar dañar la ropa, sino también porque la suciedad obstruye la salida del vapor de los agujeros, que a menudo están obstruidos.
Hay un truco útil para limpiar la plancha correctamente, haciéndola volver como nueva, brillante, perfumada, en una sola palabra: perfecta. Se necesitan unos pocos minutos y un poco de paciencia y el juego está hecho.
El primer truco de las amas de casa
Un truco utilizado por muchas amas de casa involucra el uso de papel de horno y sal gruesa. Por extraño que pueda parecer, estos dos elementos juntos son milagrosos. Hay algunos pasos muy simples a seguir que permiten tener en pocos pasos, una plancha como nueva.
Coge una hoja de papel de horno, colócala sobre la mesa, esparce encima la sal gruesa cubriéndola por completo de manera uniforme. Luego, enciende la plancha, espera a que esté muy caliente, pásala por encima de la hoja de papel y luego por encima de la sal como si estuvieras planchando. Presiona con fuerza.
Se puede ver de un vistazo cómo las manchas de suciedad y de cal incrustada desaparecen rápidamente. Así que la plancha está lista para ser utilizada sin correr el riesgo de dañar la ropa.
Segundo procedimiento: el vinagre
El vinagre es uno de los ingredientes más buscados para la limpieza del hogar, se usa un poco para todo, para cocinar, para lavar, para desinfectar, para quitar la suciedad incrustada de cualquier superficie, para hacer que el acero vuelva a brillar como nuevo.
Para limpiar la plancha, se prepara una solución de vinagre y agua que es buena para el exterior, incluida la placa. Lo importante es pasar un paño para secar toda la superficie antes de conservar la plancha o de utilizarla. Para la limpieza y el pulido de la placa también se puede preparar una solución de vinagre y sal gruesa.
El vinagre también se puede usar para limpiar la caldera, se llena con agua y vinagre, solo mitad de agua y mitad de vinagre. Luego, se enciende la plancha y se hace salir el vapor, de esta manera el sarro presente dentro de la caldera se expulsa.
Precauciones para usar correctamente la plancha
Cuando planchas, a menudo se cometen errores, que en ese momento pueden parecer triviales, pero que no lo son en absoluto. En primer lugar, evita pasar sobre cremalleras y botones, luego para planchar las prendas de fibra sintética, se recomienda poner un paño entre la plancha y la tela, para que no se pegue a la placa. Si cometes este error, no solo estropeas la prenda, sino también la plancha. Luego es mejor usar agua destilada para evitar acumulaciones de cal y vaciar completamente el depósito cada vez que se utiliza.
Si tienes una plancha demasiado vieja, el mantenimiento siempre puede ser útil, pero no se pueden esperar milagros, porque una plancha que ha cumplido su tiempo, no puede tener mucho que ofrecer. No queda más remedio que comprar una nueva. Hoy en día existen en el mercado varios modelos, tradicionales y modernos, incluso hay planchas verticales que permiten corregir las pequeñas arrugas en pocos minutos sin tener que sacar la tabla de planchar.
Quien planche poco, puede conformarse con la plancha tradicional, mientras que quien tenga una familia numerosa, puede comprar una plancha adecuada para planchar grandes cantidades de ropa, por ejemplo, una profesional, de caldera. Esta última necesita más atención.